miércoles, 22 de enero de 2014

Mi pie derecho: el enemigo en casa

Desde hace algo más de ocho años vengo padeciendo problemas en mis piernas. En particular una periostitis en la pierna izquierda que me tenía destrozado (no lo suficiente como para dejar de correr pero que se cobraba siempre su peaje en dolor) .

Tras inútiles visitas a diferentes traumatólogos, me pasé a los foros de corredores. Allí lo primero que descubrí fue que había diferentes tipos de pies y que pisar mal debe corregirse. En Laister me hice un estudio muy divertido en el que acabé con todo el gemelo pintado con rotulador y con unas zapatillas para pronación (unas Mizuno Wave Nirvana). Recuerdo haberlas estrenado en una Media Maratón Universitaria, un estúpido y doloroso error. Afortunadamente la recuperación fue rápida y el caso es que nunca he vuelto a correr esa carrera con un tiempo tan bueno.

Como el uso de las Nirvana no terminaba de curarme la periostitis en la pierna izquierda,  decidí hacerme un estudio biomecánico. El centro de Ángel González de la Rubia tenía muy buena reputación en Internet. Me atendió el propio Ángel y me hizo un estudio mucho más serio y documentado. A los quince días tenía mis plantillas de EVA.

Ya en aquel momento recuerdo haber hablado de un dolor intenso en la articulación del dedo gordo del pie izquierdo. Fue con toda seguridad la primera vez que escuche las palabras "hallux rigidus" y la verdad es que me sonó bastante sexy. Lo que me gusto tanto fue que me dijera que el asunto sólo podía ir a peor y que el tratamiento era doblar frecuentemente el dedo hasta gritar de dolor (estirar, le llamó).

Recuerdo también que Angel me dijo que usara las plantillas con zapatillas neutras, pero como lo único neutro que tenia eran una Adidas muelle (super-amortiguadas) en las que apenas entraban las plantillas, terminé por meterlas en las Mizuno; otra estupidez que me costó más de un dolor de rodillas. En todo caso nunca me encontré a gusto con esas plantillas, ya que la periostitis no cesó un sólo día de dar la vara.

Después tuve otra ristra de lesiones practicando rugby. Nada importante. Y llegamos a la fascitis plantar en 2011. No se que fue primero, si la fascitis o el espolón calcáneo, pero el caso es que me tiré más de ocho meses con el pié jodido (lo cual no quita para que corriera lo posible y jugara mis torneitos de rugby, pero siempre pagando su precio por ello), utilizando plantillas de gel (que asco en verano) y visitando especialistas.

Dos actuaciones hicieron finalmente efecto. En primer lugar, el rehabilitador Felipe Herranz y ayudante, del Centro de Salud de Torrelodones, que hicieron un gran trabajo. El consejo final de Felipe fue que para evitar recaer, me vendara la zona de la fascia plantar con una gasa ancha un par de vueltas con poca tensión.

El segundo aliado fue el consejo uno de los traumatólogos del Hospital de Madrid en Torrelodones de que me hiciera unas nuevas plantillas en la consulta de medicina deportiva del mismo centro. Puedo decir que las plantillas de Podoactiva que allí me hicieron han sido el mejor regalo que le he hecho a mis pies a día de hoy.

El dolor artrítico del Hallux Rigidus nunca ha desaparecido, aunque las plantillas hacen que no asome durante la carrera. Sin embargo la fascitis y el espolón me abandonaron felizmente. Hasta hace unos días, porque he estado notando cómo la fascia se viene quejando de la intensidad actual de los entrenamientos.

La causa de la fascitis es múltiple. Mi caso probablemente sea debido a sobrepeso (estoy en 85 kg, entre 5 y 7 por encima de mi peso ideal). En todo caso he descubierto recientemente que el Hallux Rígido suele causar fascitis plantar, la cual es a su vez causa del espolón calcaneo.

Para prevenir que vaya a mayores y que me deje fuera de la maratón estoy aplicando una serie de medidas. La primera es vendar la zona de la fascia, y para ello he descubierto hay diferentes métodos:

- Vendajes funcionales, seguro que son magníficos, pero no hay forma de hacérselos uno mismo sin caer en la desesperación. Son complejos y probablemente de un sólo uso.
- Taping, que tiene muy buena pinta pero el material (las tiras de cinta flexible) tiene un precio caro.

En mi caso uso la venda de toda la vida( véase peana al lado). Es barata, pero si no se pone correctamente puede ser causa de nuevas lesiones. Por ello estoy planteándome pasar al taping.

La segunda es estirar correctamente. Este video describe bien qué y cómo estirar, pero en alguna otro texto he leído que se recomienda estirar además isquiotibiales ya que un acortamiento de estos suele ser causa de la lesión.

Yo, después de correr, estoy haciendo estiramientos intensos y múltiples de isquios, gemelos y soleos. Los de los dedos los hago en cualquier momento del día y los de la planta con la toalla no los hago. Estirar a conciencia es lo que creo que me está sentando realmente bien.

La tercera medida es aplicar masaje y frío. Cuando la sensación de inflamación es más intensa, con una pelota de tenis aplico masaje durante 15-20 minutos. Después, con una botella de litro de agua enfriada en el congelador, aplico frío otros 10-15 minutos. En último caso tomo un comprimido de ibuprofeno 400mg como antiinflamatorio.

En mi investigación descubrí un video que introduce la nutrición como área de trabajo para esta lesión. Estoy empezando a incorporar estas recomendaciones a mis costumbres. Pero de esto ya hago un post otro día.

1 comentario:

  1. gran aporte compañero!!
    me gustaría saber como vas con el hallux rigidus
    sigue haciendo km!!

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