Con la mierda de semana que llevaba a cuestas y con un pronóstico que anunciaba lluvia durante toda la mañana, tengo que usar toda mi fuerza de voluntad para despegarme de las sábanas, ponerme el material - chubasquero incluido y calzar mis zapatillas de lluvia (las Glycerin viejas, pobrecitas ellas).
Me dan las 7:30 saliendo de casa. No llueve apenas y me llevo el Galaxy con Runtastic. Comienzo despacio (a 6'30" más rápido de lo que me había propuesto el jueves que haría desde entonces) y al medio kilómetro ya me entra el ansia y empiezo a subir el ritmo de carrera. Tendré remedio!?.
Subo al Polideportivo y decido que voy a dar toda la vuelta a la Colonia pero en lugar de bajar inmediatamente, tiro por la nueva calzada que han creado y que lleva a La Berzosilla y al puente sobre la A6. Cuando llego al puente llevo ya 4 km recorridos y voy a buen ritmo. Las sensaciones no son buenas (sólo regulares) y sé que tarde o temprano sufriré. La reflexión inmediata es que no importa si el ritmo en una carrera larga se despeña unos kilómetros si hay otros que además de recuperar te permiten bajar la media.
Me gusta correr sobre el estrecho puente de la A6, es una sensación particular: por un lado sientes que podrías caer en cualquier momento sobre el tráfico pero como las protecciones son tan bajas, también tienes la sensación de libertad del pájaro. Tengo que acordarme de capturar un pequeño video.
Doy toda la vuelta a Torrelodones Colonia y vuelvo a la carretera de ascenso al pueblo por un nuevo trazado: cruzando por dónde la Guardia Civil y callejeando por detrás del Club de Campo. Esta vez la subida no me cuesta demasiado aunque el ritmo se desploma inevitablemente a 6'15". Callejeo por el pueblo para acercarme al objetivo del día y como no tengo tiempo que perder por la apretada agenda del día, tiro ya para casa para terminar la sesión en tiempo. He recorrido 15,5 km, no me ha llovido fuerte pero estoy calado por fuera y por dentro (como dice Félix, uno siempre se moja más por dentro). No han sido excesivamente malas las sensaciones generales durante el entreno.
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Entreno de 1h30'. Detalles aquí. |
Son las 9:01 y me da tiempo para estirar correctamente antes de la ducha y de salir por patas a la estación de cercanías de Las Matas. El resto del día será potente, pero de eso no trata este blog :)
Domingo de resurección?
De nuevo tiro de voluntad para levantarme, escoger el material de carrera, hacer la mochila y salir de casa. Son las 9:30, he consultado la previsión atmosférica y me he vestido ligero: con la camiseta azul del grupo de Mapoma y la sudadera amarilla de Adidas. Pantalones cortos, las medias largas de semicompresión de Nike (cada día las aprecio más) y las Brooks Glycerin que empiezan a parecer mayores por la zona exterior de ambas suelas. Si hay nuevamente series no quiero ir irremisiblemente abrigado.
Voy a llegar tarde a la charla de nutrición de Chema,...o no. Son tan poco predecibles los arranques de los domingos que nunca se sabe. Cojo la moto no sin abrigarme bien. El día tiene buena pinta pero es frío.
Al llegar resulta que en efecto Chema ha comenzado su charla. No se cuanto me he perdido, pero pronto me doy cuenta que hubiera merecido la pena, y no tanto o sólo por el contenido, sino porque este hombre es un espectáculo divertido y encantador. Cuando llego (10:05 con el rollo de recoger todo en las maletas de la Deauville), está hablando de la importancia de los hidratos de carbono para la producción de glucógeno. Por supuesto en su charla se mezclan las proteínas, los azúcares simples, la fructosa, los procesos en los atletas de élite y tantas otras cosas tocadas a medio camino entre lo cómico-trivial y lo trascendente-erudito. El rato pasa volando; debería grabar una charla para conservar el recuerdo.
Félix toma el mando a eso de las 10:15 y anuncia que el barro obliga a cambiar el plan inicial de cuestas cortas por series de 500 metros sobre asfalto. No quiero ni saber cuantas porque me temo lo peor. A continuación, y antes de dar orden de marcha, repite la importancia de los estiramientos y comenta dos cosas más que son nuevas e importantes.
Entrenamientos de fuerza: Félix recomienda vehementemente ir al gimnasio al menos dos veces por semana para fortalecer isquios y cuadriceps y (en menor medida si no hay tiempo) aductores. Son muy importantes por su función de estabilización de la rodilla y para prevenir lesiones. Si no podemos ir al gimnasio, él puede indicarnos como proceder con gomas. Todo esto yo ya lo sabía, aunque agradezco la confirmación. De alguna forma, me sorprende que Félix no lo haya comentado en alto antes al grupo.
Abdominales: Félix recomienda también un trabajo continuo de abdominales superiores, oblicuos e inferiores. Especialmente los días de carrera!!!. Horror, Álvaro me había recomendado que los hiciera los días de descanso!. Esto me lleva a pensar que yo durante años he improvisado unos entrenamientos perfectos que siempre terminaban en series de abdominales. Félix sugiere terminar los entrenos con 2x15 de cada uno de los tres tipos. A mí esto me parece realmente muy poco para que se note su efecto fortalecedor.
Tras los 25' de carrera, siempre en el mismo circuito en dirección Oeste, entre la vía del tren y la M30, nos van repartiendo por grupos y dando el plan de trabajo. Al grupo 3 nos tocan 10 repeticiones de 500 metros a un ritmo de 2'10"-2'20". Nos acompañarán las 8 primeras los del grupo 2 de media maratón y los del grupo 1 de 10 km.
Las seis primeras repeticiones voy bastante sobrado, y terminamos todo el grupo de forma compacta en los alrededores de 2'08". Como vamos tan juntos (la calzada que usamos es estrecha y vamos cruzándonos con otros grupos, corredores independientes y muchas muchas bicicletas) hay tropezones que hacen que alguna compañera termine por los suelos en un momento dado. Afortunadamente, no es más que un susto.
Las dos siguientes comienza el sufrimiento, y las dos últimas son algo más agónicas. El grupo se estira y comienza a apreciarse la diferencia de forma de los miembros del grupo. Los descansos entre repeticiones son de un minuto escaso, pero finalmente he terminado el entrenamiento con todas las series por debajo de los 2'10". Reconfortado, cierro el día con los 12 minutos de carrera continua y me regalo un final en progresión antes de regresar al Cagigal. El sábado también terminé con 50 mts en progresión y me empieza a molar cómo te deja las piernas este broche.
Estiro con seriedad y me hago una serie de abdominales corta porque las gradas de la piscina que uso para ello están desagradablemente heladas y mis riñones gimen en desacuerdo. Ducha y vuelta a casa, donde llego a las 13:30. Con la satisfacción de un trabajo bien hecho no me doy cuenta de lo fundido que estoy hasta que, tras de calzarme un magnífico cocido madrileño de mi santa, caigo en el sillón víctima de un profundo sueño reparador.
La tarde se me va rápido intentando narrar la semana de entrenos para este blog. Ni siquiera consigo terminar. De alguna manera sé que estoy dedicando demasiado tiempo a este compromiso maratoniano, que no tengo tanto disponible si quiero desarrollar mis otros objetivos personales y profesionales, y que estoy forzando la relación familiar. Puede que si tuviera menos años y más energía, todo pudiera sacarse adelante simultáneamente, pero tal y como están las cosas, debo disfrutar el presente porque no creo poder mantener esta actividad con esta intensidad. Es una lástima, pero estoy satisfecho :)
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